Mientras preparaba la comparativa de buscadores hace un par de semanas, me encontré algunas curiosidades entre los resultados.
La primera fue la aparente confirmación de mis sospechas sobre el incremento del precio en los vuelos más demandados. Es decir, de un día para otro el mismo trayecto pasaba a costar 680€ en vez de 500. Resulta que realicé la misma búsqueda varias veces en distintos sitios para comparar los buscadores de una forma más o menos objetiva. En ningún momento, evidentemente, terminé la compra y el pago de los billetes. Simplemente quería consultar el precio obtenido por cada una de las opciones. Entiendo que si van vendiendo plazas y quedan pocas el precio pueda subir, por la política de venta de billetes de las compañías aéreas. Pero pensar que van a conseguir más reservas por el mero hecho de que estén recibiendo más consultas ya me parece demasiado optimista e incluso abusivo. Ayer mismo, el precio de esos vuelos había vuelto a bajar a 500 y pico euros...
Este tema también me recuerda la polémica, legítima pero algo absurda, sobre las ofertas de las compañías de bajo coste. Estoy cansado de leer en la prensa, cada dos por tres, que tal aerolínea no ofrece los precios que anuncia. Si, es cierto. Pero es un asunto que afecta a casi todas las compañías. Me resulta curioso que en el precio de los billetes de avión no se incluyan directamente las tasas o los gastos de gestión y luego te encuentres con alguna sorpresa. Otros conceptos como el sobrecargo por combustible o los seguros de viaje que salen de la nada, me parecen un timo demasiado extendido. Lamentablemente, muchas empresas se dedican a intentar engañar al cliente, ya sea en este mundillo con las técnicas ya mencionadas, o en cualquier otro, donde te encuentras presupuestos sin iva o que no incluyen algún concepto que luego resulta inevitable. Lo gracioso es que se carguen las tintas sólo contra las compañías aéreas de bajo coste. Quizás exista algún otro interés.
Volviendo al tema de los billetes de avión, hay otras características que resultan chocantes o que, al menos a mi entender, escapan a la lógica. Una de las que más me sorprende es el hecho de que un billete de ida y vuelta sea más barato que uno de sólo ida. Ya había leído alguna explicación en BajoCoste.com y en los foros de Trabber, pero sigo sin entender por qué una compañía aérea parece querer empeñarse en venderte un producto que no quieres y del cual, en principio, podría sacar más partido vendiéndolo por separado a otro usuario.
Algo parecido ocurre con los vuelos con escala, ya que suele ser más barato comprarlos juntos que por separado. Y el colmo del sinsentido llega con aquellas opciones en las que resulta más económico comprar un vuelo con escala que adquirir sólo uno de sus trayectos. Por ejemplo, quiero volar a Moscú y consulto la disponibilidad desde Barcelona. Veo que el vuelo hace escala en Madrid así que, como me da igual salir desde uno u otro aeropuerto, realizo la búsqueda desde la capital con la misma compañía y en idéntica fecha. Resultado: es más barato volar desde Barcelona haciendo escala en Madrid, a pesar de consistir en 2 vuelos en lugar de uno y de viajar, por supuesto, más kilómetros.
Por último, y no menos curioso, me puse en contacto con la delegación española de la aerolínea que vendía uno de estos billetes (los de verdad, estos destinos son inventados aunque el caso es real) y me comentaron que no podía comprar el billete de ida a su país si no tenía uno de vuelta. Entiendo que un Gobierno imponga este tipo de medidas para evitar (o eso pretenden) la inmigración ilegal, pero no era el caso ya que mi intención era hacer escala en la capital y luego salir hacia otro destino con la misma compañía. No hubo manera de que entraran en razón e insistieron en que debía hacer una reserva de ida y vuelta. Ellos se lo pierden.
